Soledad
sale del centro médico con las pantorrillas despachurradas llegando al suelo,
la cara lánguida y la mirada enturbiada porque acaba de saber que tendrá un
hijo de un hombre que la violo en la callejuela de la calle desengaño cuando volvía
del trabajo.
A
Clemencia de 16 años la termino su novio al saber que estaba embarazada, ellos
practicaban sexo todos los días a escondidas de su madre que trabajaba todo el día
en una fábrica de ropa.
Marcela
acaba de llevarse un disgusto en el centro de planificación porque no le han
dado la pastilla del día después ya que según la enfermera de turno ya son 10
veces en el mes que hace uso de ella.
Estas tres mujeres con historiales distintos se hallan
en el mismo punto de encuentro llamado decisión para abortar, cada una tiene un
porque, para qué, pero todas comparten también la mala cara de una sociedad que
desaprueba su comportamiento, viéndolas malas mujeres, dignas de ser
despreciadas, humilladas, en algún momento de la historia hasta quemadas.
Analicemos los casos y sepamos diferenciar en cuales el
aborto es una opción y en cuales no lo es y si hay una salida adyacente a la circunstancia. Si bien estos tres casos son los más comunes, no los
tres deben auxiliarse del aborto, veamos:
Soledad va a tener un bebe producto de la violación, el
acto bajo el que lo concibió fue brutal e infame, si ese niño nace
probablemente lo aborrecerá con justa razón, durante nueve meses ella llevará
esa panza y recordará a cada instante, el maldito momento en que un desgraciado
abuso de ella y le practico un sexo amenazante y no consentido, sus opciones
son dos y estas dependerán de sus recursos económicos y de los recursos que las
políticas sociales del estado al que pertenezca, le brinden.
Por un lado ella puede tenerlo y acudir a terapias psicológicas
para ver si es que al nacer el bebe, las consultas psicológicas han posibilitado
suavizar la convivencia entre madre e hijo o si por el contrario lo da en adopción,
como vemos decirlo es fácil pero esto conlleva apoyo familiar, psicológico y
mucho carácter.
Y la segunda opción sería abortar en las primera semana
de fecundación porque el someter a una mujer al terrible trago de llevar otra
vida en su vientre sin haberlo concebido con amor es el mayor sacrilegio del egoísmo
humano y más si es que esta persona no tiene los recursos económicos,
familiares y médicos para afrontar de
manera digna el proceso.
Vale la pena recalcar que también seria desagradable
que el bebe, cual inocente venga al mundo a ser despreciado y maltratado por un
acto despiadado en el que el solo fue el producto.
La situación de Clemencia es distinta porque practica
el sexo con su novio de manera consentida y conociendo las consecuencias del
acto sexual, 16 años es la época de la adolocura, es decir todos adolecemos de
locura, no sabemos por qué hacemos las cosas, actuamos sin pensar, solo
actuamos.
¿Ella tiene opción de abortar? ¿Qué debe hacer?
Son dos
preguntas que ella se hace continuamente a raíz del suceso, está asustada y no
sabe qué hacer, tiene miedo de que su madre se entere, de que en el colegio se
entere, en pocas palabras la sociedad le oprime, y quizás esa opresión sea la
que le lleve a tomar la decisión de abortar, porque no hay apoyo.
Si queremos que el aborto no llegue hacer una opción pos
conceptiva tenemos que apoyar a nuestros jóvenes, darles la posibilidad de
expresarse y sobre todo saber que ellos son humanos y el tener sexo sin protección
no es delito ni marca de deshonestidad.
Yo apelaría en este caso acudir a un centro de planificación
para que un psicólogo juvenil tutele el caso, pero no juzgo a las jóvenes que
toman como opción el aborto porque debe ser muy duro encontrarse en esa situación
y que todo el mundo te señale, más si
falta apoyo familiar y económico.
De hecho el aborto bajo los lumbrales de la pobreza sería
un acto de generosidad para que ese bebe no pase hambre o sea abandonado en
cualquier calle a su suerte, y que después de unos años se convierta en un ser
sin identidad.
El aborto en
estos casos no puede convertirse en una opción pero antes la sociedad y la política
debe facultar al estado para que se habrán políticas juveniles que informen,
apoyen al menor ante estos casos logrando así una sociedad más abierta y
tolerante. No olvidemos que la sociedad a lo largo de la historia ha empujado a
muchos a cometer suicidios por rechazo social.
Y en el tercer caso Marcela es una joven desubicada que
ya ha cogido como método pos conceptivo la pastilla del día después, y no mide
los alcances de sus actos sexuales, ella se quedo embarazada porque siempre
estuvo confiando en que el centro le daría esa pastilla, al final se encuentra
en el mismo punto que las demás, y en este caso pasa lo mismo que en el segundo
hay que buscar tutela psicológica para afrontar la situación.
Las jóvenes de 12 a 16 años que tomen como primera decisión
el aborto, en muchos casos será porque la sociedad, familia y escuela no le
haya brindado las suficientes armas de información en cuanto a obligaciones,
deberes, consecuencias, causas que produce la palabra SEXO.
Si queremos que el aborto sea el último recurso en
casos como los de Marcela o Clemencia debemos dar más apoyo, consideración,
tolerancia, información a los jóvenes acerca del sexo, la educación sexual debe
ser materia de primero orden en escuelas y colegios desde los 10 años, momento
en el cual cualquier niño puede y debe saber lo que es un condón, una pastilla,
el coito sexual, y demás.
Debemos alejar cualquier tipo de rechazo y discriminación
a mujeres solteras con hijos, a adolescentes embarazadas, solo así podremos
brindarle un ambiente acogedor, comprensivo a nuestro jóvenes.
El aborto es una opción legal ya en muchos países, y el
primer punto paralelo a esta opción femenina es que los gobiernos concienticen
a la sociedad atreves de políticas de apoyo e información a la juventud, hacen
falta más centros de información sexual y cambios curriculares en educación.
Derechos Reservados
Este tipo de situaciones son mas común de lo que parecen, como padres tenemos la obligación de orientar a nuestros hijos sobre todo en la adolescencia que es la etapa donde son mas vulnerables a estar inmersos en casos similares.
ResponderEliminarPor desgracia la sociedad esta en la que vivimos es injusta y "asquerosa" en según que casos como este mismo.
ResponderEliminarTengo sentimientos encontrados con tu articulo haha! por un lado soy de las personas que piensan que SIEMPRE criticamos. Pero yo digo... si como somos para criticar o hablar o abrir la boca fuéramos para trabajar, educar, MEJORAR, el mundo sería mil veces mejor! y por el otro creo que el post tiene mucho de razón porque todos tenemos la responsabilidad de brindar ayuda y apoyo no solo a los hijos (que yo no tengo jaja) sino a todos por el simple hecho de ser humanos!
ResponderEliminarYo no se si darte la razón o quitártela, porque por una parte estoy de acuerdo contigo y por otro no.
ResponderEliminarEso de que no puede ser una opción abortar supongo y espero que te refieras a si no usan otro método anticonceptivo, porque sinceramente, yo con 23 años y novio estable hace 4, tomando píldora, me quedo ahora embarazada en plena universidad y creo que me plantearía abortar, si lo haría o no ya es diferente, pero como opción sí lo vería.
Para la violación si que concuerdo totalmente contigo que tener que llevar en el vientre un bebé fruto de un acto así es muy egoísta, porque cada momento tocando su barriga o abrazando a su bebé le va a recordar ese fatídico día.
Pero bueno, que sí, sí que te doy la razón en que si educáramos mejor a los jóvenes muchas de estas situaciones se reducirían.
Yo recuerdo con 14 y 16 años que nos hicieron una charla sobre sexualidad y en ambas charlas nos explicaron lo mismo... aprended a poner un condón y que sepáis que hay un condón femenino.
Ahí me quedé yo en plan ¿y ya está? ¿esta es toda la charla? Luego con el tiempo descubres las pastillas anticonceptivas, el aro, las inyecciones...
Deberíamos educarlos mejor, explicarles todas las opciones, los riesgos y toda la información de cada una, para que sirven, de que te protegen, etc.
Es una pena que en esta sociedad vean a una chica de 20 años paseando a un niño de 2 y en vez de pensar que es la niñera, que en muchos de los casos es así, tenemos que ir ya poniendo etiquetas de "que mala madre, tan joven" "y el niño con esa madre tan joven ya estará bien?" etc etc.
Muy buen post guapísima!
Discrepo un poco sobre lo que dices...pero la verdad es que encuentro que hay poca educación sobre el tema y a veces buscar información por internet todavía es peor...
ResponderEliminarBesos