Después de casi 4 días de no ver el sol aun puedo ver
mi cara radiante frente a el, aun cuando el ocaso de mi alma se exaspera por tocar un rayo
de su alma, la música me ha hecho
redimir y me ha tocado el epicentro de mi optimismo, una letra sutura todo
aquello que lo humano devasto.
No todos somos víctimas en este valle pero sí que somos
anunciantes y denunciantes, el sufrimiento es la evocación al masoquismo, y ¿sabes
por qué? porque pensamos, analizamos y deducimos que aquel que no sufre no
tiene venas, pero en realidad es práctico y aun cuando en el pasar de la vida
nos vamos alejando de esos seres fríos, con el pasar de la muerte nos convertimos
en un esqueleto que no sufre ni padece.
Cavamos nuestro propio hueco en vida
para poder inmortalizar nuestras emociones pero cada uno sabemos que en
realidad la verdadera vida la estamos dejando pasar en un valle de lágrimas. El
que es frío como un tempano a tenido que ser dulce como una fresa pero alguien
le enseño que el comer nocilla por las noches no es lo más apropiado para un
viaje de alegría.
Imploro que mi tallo me deje ser un vástago todos los días,
nada me aburre más que ser el mismo todos los días, la sabia que va generando
mi alma después de pasar el desierto es más provechosa que la monotonía de un riñón
que no funciona.
La galantería de un ser aflora en otro para decirle que
la realidad es la que nosotros involucionamos.
Escrito por K.Q.G
Derechos Reservados
Que maravilla Karen!! que palabras tan bonitas y bien escritas, da gusto leerte! un abrazo!! ;)
ResponderEliminarDa gusto leerte pero me has puesto un poco triste. Me haces recordar que antes eramos mucho mas dulces y con el paso de los años nos estamos endureciendo por dentro y ya no sabemos disfrutar de las cosas como antes. Espero no pegarse a los que tengo cerca...
ResponderEliminarLo sigo diciendo, es una pasada lo bien que escribes, da gusto leerte.
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