CARTA A SOFIA

Querida Sofía:

 

Hace más de dos años que te fuiste en busca de respuestas, ¿cómo pasa el tiempo?, ¡qué increíble! Desde que te fuiste tu madre ya no es la misma, pero muestra mucho orgullo por tu decisión y valentía de ir a buscar respuestas tan trascendentales para todos los seres humanos acerca de nuestro fin en la tierra.

Nadie puede vivir con tantas incógnitas acerca del ser humano, y la única manera que tú encontraste para despejarlas era viajando, dando la vuelta por todo el mundo, conociendo todas las culturas, mezclándote entre la multitud y viviendo un pedacito de su historia.

Sin duda la misión de servir te estará acercando a conocer más al hombre y su vida en sí, desde cualquier ángulo del mundo.

Justamente hoy te recordé porque estaba leyendo un texto que me hizo pensar en muchas cosas acerca de nuestro paso por la tierra, en este se hacía un análisis de cómo al ser humano le agradaba crear relatos y mitos, creando bosquejos de realidad tan perfectos que sobrepasan las verdades y nos confunden entre fábulas, también me hizo reflexionar acerca del intelecto humano, ¡te imaginas! ¿Qué pasaría si este hubiese sido generado para dar superioridad al ser humano frente a los otros seres vivos?, pero simplemente no existe, porque está inventado por nosotros mismos, y carece de valor porque no es real. Ya que su conocimiento es una farsa.

Este último concepto me ha hecho dar cuenta que al creernos el centro del mundo creemos que todo gira alrededor de nosotros, pero lo cierto es que no es así, puesto que el mismo sentimiento también lo tienen otras especies, otros animales también consideran que dentro de su ambiente son importantes, con todo esto lo que concluyo es que el raciocinio, no nos da la pauta para creernos superiores.

Recuerdas, cuando veíamos a Bruno, mi perro ser feliz con lo más mínimo, que era un hueso atrapado en la condición de sus instintos, y decíamos esa frase: “qué lindo como se conforma con tampoco” pero tengo dudas al respecto de lo que dijimos, pues ahora, a mí me parece que el hombre al igual que mi perro está atrapado por la condición del conocimiento, que le da el ego suficiente para subsistir y mirar por debajo a toda las especies, como si el intelecto le diera superioridad.

Te cuento todo esto porque quiero saber tú qué piensas de aquello, tú que estás viajando y estás viendo más cosas de las que mis ojos pueden ver atrapada entre las obligaciones del deber cotidiano.

¿Será real que el conocimiento y la inteligencia nos tienen atrapados en una falsa realidad? Que está muy lejos de la verdad.

Dentro de todo lo que leí hay algo que me dejo pasmada, acerca de cómo el hombre juega con el lenguaje y los significados a su antojo, creando conceptos de las cosas de manera muy superficial y poco contextualizada con la realidad, alejándonos de la verdad de las cosas.

Es increíble que pongamos definición a las cosas que vemos alrededor cuando no somos capaces de conocernos, definirnos a nosotros mismos. Hemos puesto un muro al conocimiento de nuestro yo más irracional, impulsivo e instintivo, es como si de alguna manera no quisiéramos conocer aquello que no nos enorgullece, con esto último que he descubierto en este texto, por desgracia parece que el hombre no es bueno por naturaleza, ni tampoco la sociedad incide en su comportamiento, tal parece que somos como los caballos, damos apariencia domesticada y sometida para exhibirnos armónicamente como la criatura más racional del reino, pero tenemos en dentro de nuestro ser características como la codicia, la soberbia, que se muestra en cada paso de la creación de nuestra realidad paralela.

Haciendo un paréntesis en lo que te estoy contando, espero que me puedas decir tu criterio acerca de esto en función a lo que has visto por el mundo, sé por tu hermana que ya has recorrido 117 países, sabes, ¡te envidio! Debí tomar la misma decisión de irme contigo, ya que en ese momento, yo también sentí esa necesidad, pero preferí quedarme fingiendo normalidad y siendo parte de los preceptos de esta sociedad, que solo vive para trabajar. ¿Para qué complicarme, saliendo de mi zona de confort? ¡Pensé! Que equívoca, fue mi decisión en ese momento, quizás si me hubiera ido contigo, hoy fuera una mujer más feliz con menos interrogantes en mi cabeza, porque a pesar de nuestra condición de seres humanos no todos queremos vivir en la inopia que hemos creado, algunos tenemos la necesidad de conocernos a nosotros mismos y saber más acerca de nuestro yo.

Es increíble cómo nos conformamos con vivir en medio de la ignorancia a cambio de cosas mundanas como el dinero, que únicamente contenta momentáneamente los vacíos de respuesta que tenemos y que no somos capaces de buscar.

No te puedo negar que a raíz de leer este texto de Nietzsche, quedo atemorizada de creer que quizás este hombre tiene razón y nos hemos suscitado una realidad paralela certificada por el lenguaje superficial que hemos inventado para hacernos con el conocimiento de las cosas, produciendo un margen que nos da la superioridad falsa que necesitamos para mirar con soberbia a los demás complementos del universo, y que por alguna razón nos mantiene ocupados para alejarnos de la búsqueda de la verdad.

Tú sabes,  ¿cuál es la diferencia entre lo falso y lo mentiroso? Que lo falso es un error, pero lo mentiroso es consciente desde el primer momento en que arma la realidad paralela para ocultar la verdad.

Es increíble pensar que nos hemos apoyado en nuestra inteligencia para crear una ficción a la que le llamamos verdad única, con el único objetivo de entendernos y poder convivir, porque quizás si buscáramos respuestas a nuestras incógnitas y dejáramos salir todo aquello que nos cuestionamos la convivencia no sería tan fácil en este mundo.

Vaya, creo que he ocupado toda mi carta para contarte todo lo que se me ha pasado por la cabeza, al leer este texto, he creído que te interesaría discutir de ello, ya que es el producto de algo que te apasiona y te intriga. Para no alargarme más, opino que todas nuestras incógnitas, de las que escapamos y algunos como tú, enfrentan, están en la naturaleza, como tú decías alguna vez, la naturaleza es sabia y en cierta parte nos mantiene ocupados en el mundo paralelo que nosotros hemos suscitado, atareados con ese lenguaje que atropella la identidad real.

Sabes, ¿qué considero? Que por alguna razón la naturaleza no quiere que el hombre escudriñe mucho y por eso lo mantiene ocupado y esclavizado en el mundo ficticio que el mismo ha creado, haciéndole pensar que él es el amo y señor del mundo. Para la naturaleza sería muy fácil despertar al hombre de su equívoco, pero por alguna razón no lo hace, tal vez muchos pensadores se han dejado la piel creyendo y buscando este porque, pero nunca lo han descifrado, supongo que yo tampoco, pero me siento orgullosa de haber salido de la burbuja de ficción en la que vivo para preguntarme ciertas cosas que me inquietan.

Bueno mi querida amiga, espero como siempre poder compartir preguntas y respuesta contigo cuando recibas esta carta, y que también me cuentes como te está yendo, que me dejes saber, de al menos una anécdota por cada país visitado.  Estaré esperando tu respuesta muy impacientemente.

Te mando un abrazo afectuoso, de esta amiga que te admira y quiere como siempre.

Besos de todos los que te recordamos y te extrañamos por aquí.

 

© ESCRITO POR K.Q.G

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