Los menús tienen primeros,
segundos, terceros, postre y café
Vaya bofetada recibes a temprana edad cuando las piernas de
una mujer te inquietan y el cabello de un hombre te emociona, a tal punto de
querer besar esos labios que no son tuyos pero que te llaman, a tal punto que
cuando no lo ves, no respiras, y cuando la ves, el estomago se te afloja a tal
extremo que pierdes los sentidos y todo se para.
Que sentimiento es este que te ilusiona, desgasta, entra y
sale de tu vida cuando quiere, que te fortalece y te vuelve tan frágil, que te
lleva y te trae sin compasión pero que a la vez
te puede hacer traspasar paredes si el caso lo amerita.
Que sentimiento es este que tiene el poder de hacerte
enloquecer por varias/varios a la vez a temprana edad y que con el tiempo te
fija y te centra en una sola persona, aunque hay algunos/algunas que se
resisten a dejar ese sentimiento de amor múltiple que supuestamente solo es
parte de la adolescencia.
Benditos los que pueden amar a una persona de manera
constante y malditos los que no pueden pasar 7 noches en la misma cama, nos
dicen constantemente las canciones.
Pero que sentimiento es este que se disfraza de felicidad y
de tristeza cuando le apetece, que tiene más faces que la luna y que nos hace
cumplir por obligación o elección una serie de promesas que a veces son tan
surrealistas que con el tiempo las recordamos y decimos “que loco/a fui ”
Vaya si este sentimiento fuera bebida seria un café porque
al final de probarlo siempre te deja un pozo amargo, si fuera alimento seria paella
porque tiene todo y nada, y si fuera persona tendría que escoger como profesión imitador, cada día en un plan
diferente.
Pero le toco ser sentimiento y somos nosotros los que no nos
vamos de esta vida sin probarlo, comerlo o llevarlo puesto en modo posesivo,
celoso, inconstante, finito, impulsivo, enfermizo, agobiante, agridulce,
sublime, irracional, noble, humilde, bárbaro, sacrificado, en pocas palabras como
una quimera.
Es inútil evadirlo porque es como la leche la tenemos en
todas las formas posibles para bebérnoslo, los que elijen una vida de celibato o
lo que elijen una vida mundana, todos lo han probado alguna vez.
El veneno de una serpiente es menos inmediato que el flechazo
de este sentimiento, nadie olvida su huella hasta que vuelve a sentirlo por
otra persona.
Y muchos diréis de qué sentimiento habla, pues hablo del
sentimiento que muchos se lo trabajan todos los días, por el que algunos sufren
toda una vida o del que se representa con el corazón aunque científicamente lo
siente el hígado, ese que se revierte cuando esa persona de la que un día
estuviste locamente enamorado/o te saca de tus casillas porque llevas tantos
años y nadie te dijo que el amor solo era el primer plato de un menú llamado
convivencia.
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¡Precioso! Enhorabuena por estas palabras que expresan muchísimos sentimientos encontrados. La verdad es que desde el principio te atrapa y hasta el final estás en tensión.
ResponderEliminarUn abrazo!
Bueno! Pensaba que estábamos cambiando de verano a otoño, pero veo que en tu corazón ha vuelto la primavera... Hoy no ha subido el pan, sino las pulsaciones ;)
ResponderEliminar¡Ole! Eres una auténtica crack, en serio. Escribes con una originalidad que enganchas desde la primera palabra.
ResponderEliminar¡Felicidades!
Madre mía, mi enhorabuena!!! Me ha encantado, me gustaría oírtelo en voz alta.
ResponderEliminarMe parece original, fácil de leer...qué bien escribes.
Has querido escribir alguna vez libros?
Si actualmente estoy escribiendo un libro, os avisaré cuando lo tenga
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQue bien expresado y cuantas verdades!! da gusto leerte!! Un abrazo!! ;)
ResponderEliminarSé muy bien de lo que hablas...llevo toda la vida con mi marido (más de 25 años¡¡) Soy joven, es que nos conocimos en el instituto, jeje. Precioso escrito. Un beso¡
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