Las líneas de una historia solo se escriben cuando sus actores se
fusionan y empiezan a vivir generando emociones para describir.
Muchos sueños
se liberan cuando dos almas cómplices se encuentran, la dicha de la vida solo
se disfruta cuando hallas a ese ser que se convierte en el aliado de tu
caminar, a ese espíritu inquieto que lleva navegando un largo recorrido,
buscándote con tesón y desasosiego.
Reconocerlo es
fácil, viste con tus sueños, su aroma es inquieto, su olfato es aventurero y
lleva tatuado en sus ojos tu nombre.
Su pasión, sus
metas te acorralan y te envuelven porque engranan con tal perfección a las
tuyas que parece que fuera tu espejo hecho carne. Las pulsaciones aumentan
cuando va acercándose a ti, se siente como que tu sombra te abrazara en forma
de agua.
A su lado
sientes calor, cuando tu cuerpo y el suyo se unen, los planetas se alinean, las
estrellas median el brillo de su fulgor y la tierra se oscurece dando paso a la
llamarada de connubio.
Todos tenemos
un ser de luz, hecho a la medida de nuestras necesidades, pero pocos tenemos el
placer de encontrarlo en espacio y tiempo, cuando ya lo identificas se vuelve
tu droga, tu chute de vida diario, no te puedes separar de él, y todo lo que
construyes alrededor, esta cimentado por y para los dos.
Jamás podrás
conocer lo que es el amor sino tienes el privilegio de atinar con tu anima
correspondiente, la bienquerencia es un sentimiento que solo lo puedes vivir a
plenitud cuando te enfrentas a tu sinónimo, todo lo demás conocido, son
antónimos que solo te regalan quereres afectivos que carecen del ágape que tu
brío necesita para palpitar.
ESCRITO
POR K.Q.G
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