En los siglos XIX y XX se trabajaba mas en el cuidado de nuestra belleza interior, era fundamental no tener culpa de haber cometido nada que no esté dentro de los preceptos o reglamentos de la época.
Hoy en día este cuidado ha pasado a segundo plano,
ahora nos preocupamos más de cuidar nuestro exterior: como vestimos, como nos
miran, lo que llamamos la cultura del cuerpo, vivimos de los likes y los retuiteos
que nos den.
Para ser mas explícitos hace unos 10 años nos
preocupábamos mas de no tener culpa que es un sentimiento privado que genera un
drama y hoy nos preocupamos mas de no tener vergüenza que es un sentimiento
publico que nos ridiculariza.
Si esta introducción la trasladamos algo mas especifico
como el Bullyng tendremos que este fenómeno siempre se dio en cualquier época
pero con grandes diferencias, antes era una consecuencia colateral del roce en
la escuela hoy en día es un gran problema que apabulla e incluso fulmina la
vida de muchas personas que no pueden superarlo.
Creo que es importante tener claro que aunque estuvo
siempre presente, su forma de presentarse no es la misma antes que ahora, por
lo cual debemos ser conscientes del escenario en que se da y tratarlo con
mecanismos que sean adaptados a este siglo tomando en cuenta todos los cambios
que con este fenómeno ha venido.
El que hoy en día focalicemos mas nuestra vida en no
vernos ridículos para no ser foco de las risas,
nos da un inciso claro de que estamos perdiendo la necesidad de
preocuparnos más por el crecimiento de nuestro espíritu, valores y alma que
conforman la belleza interior.
Si bien es cierto este yo interior es algo inmaterial
e intangible que no nos da tantos me gusta para sentirnos visibles y que por ende pensamos que no tiene tanto
valor como tener un tipazo, es parte fundamental de nuestra felicidad y equilibrio de vida útil, lo único que nos
queda con el pasar del tiempo.
Puedo decir que este cambio de paradigma entre uno y otro siglo no es
malo porque hay que cuidar ambas bellezas tanto la interior como la exterior,
la diferencia está en el equilibrio y cuidado que le des ambas, es tan
importante cuidar tu cuerpo como tu alma, pero debemos entender que el cuidado
del cuerpo, no es por exhibición sino porque cada día la edad de longevidad es
más larga por ende necesitamos cuidar este cuerpo que nos aguantara muchos años, es decir en pocas
palabras por salud.
Partiendo de la base de que el bullyng ha pasado de
consecuencia a fenómeno, considero que debemos trabajar en nuestros semilleros,
cuando digo semilleros me refiero a los niños porque son los únicos que tienen
la mente abierta para asumir y ejecutar cambios con facilidad principalmente en
la prioridades humanas, es consecuente entonces sembrarles la necesidad de
trabajar en el cuerpo con la única necesidad de mantenernos sanos mas no de
tener el mejor cuerpo del mundo para que nadie nos rechace pero a su vez
también debemos cultivarles la necesidad de trabajar en el interior, en la
belleza de nuestro espíritu e inculcar valores, con esto estaremos saneando la
cosecha del mañana dando equilibrio y cambiado la prioridad de estos seres
humanos .
Si trabajamos con las estrategias adecuadas, los
semilleros irán a sus casas con esta nueva perspectiva de cuidado de la belleza
exterior e interior y contagiaran a sus familiares de esta necesidad, puede ser
que esta semilla de cambio sea ahogada por el entorno que se resista asumir
otros conceptos, pero la esperanza esta, en el que al día siguiente día la
escuela seguirá trabajando en este nuevo concepto, y aunque el niño se desarrolle
en un tira y afloja de conocimiento tarde o temprano decidirá por partida
propia cual es el adecuado.
Yo prefiero ser positiva y pensar que este contagio de
equilibrio funcionara, y que los niños que son nuestra esperanza cambiaran
mentes y tiempos generando en ellos y en los demás la necesidad de cuidar pulpa
y cascara en iguales dimensiones.
ESCRITO POR K.Q.G
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